lunes, 8 de octubre de 2018

Torre del Reloj

Torre del Reloj de Llastres


TORRE DEL RELOJ de LLASTRES

En 1.751, en pleno esplendor económico de Llastres, fruto de la pesca de la ballena en los siglos XVI y XVII, había en esta villa familias muy adineradas y colaboradoras con la mejora de su entorno. Fue en este año cuando una señorita de la saga de los Ordóñez, ingresaba como novicia de la orden religiosa de Las Adoratrices en su convento de León. Con parte de su dote, mil quinientos reales de vellón, Sor Teresa Robledo Ordóñez, construye la Torre del Reloj de Llastres que tiene más de doce metros de alto, en cuatro pisos; la planta es cuadrada, de unos cinco metros. Al terminar la obra del edificio, iniciada un año antes, trajo de Londres, de unos talleres que eran de una empresa española, el reloj que aún sigue intacto como cuando llegó, hace ahora 267 años. 

Hace ahora 150 años, el alcalde de Madrid, importa un reloj del mismo taller relojero, para el Kilómetro Cero de España, colocándolo en el edificio de La Puerta del Sol, del que tanto presumen los madrileños. Nuestro reloj, tiene 117 años más que el madrileño. 

Observarán que la fecha está grabada en su fachada.

Asimismo observarán que el reloj tiene una única manecilla, la de las horas; la vecindad ya está desde siempre acostumbrada a calcular los minutos que faltan de tal ó cual hora. 

Se le da cuerda todos los días y es Ángel Moro, Presidente de la Comunidad de Vecinos de Llastres, el que se encarga de esta labor; en su ausencia es mi nieto Darío Iglesias y su amigo Rober Manole quienes lo hacen. 

La Torre, fue levantada sobre las ruinas de un fuerte defensivo que hacía su función en los siglos XII y XIII. 

Después de terminada la torre y la colocación del reloj, la misma religiosa construye al lado sur un edificio de dos plantas, destinadas a escuelas. 


Enrique Granda O.